viernes, 17 de julio de 2009

VANIDAD

El sarcasmo de la victoria
se atrevió a controlar los actos fallecidos
taconea la sutileza estimulada
que difunde espirales espirituales.

Cruje el silencio
en la resaca inevitable
por portación de cara
con o sin antecedentes
son capaces de juzgarte
galardonando trofeos encallados.

Te levantas
escupes el sonido atrincherado
premeditas,
mimetizado entre las caras
es posible que seas invisible,
al engendrar tus virtudes
has olvidado rasgar
debajo de tus uñas
donde escondes esa mugre
que asoma tus desventajas.

Me apena tu pena,
los momentos de las verdades
se muestran en las guerras.

Huelo a destiempo
y la fragancia se pierde en el viento del ego,
el éxito engreído desenfunda gangrena
encriptando lo que tal vez ese ser pudo ser.

BESO

En un beso tropiezo en mil desvelos
por los horizontes sigilosos,
cruzo los umbrales imborrables
de los secretos que aniquilan
los refutados sentimientos.

Beso que te besa el alma
y que ya no calla.
Beso que sin condena ferviente
dejo de estar prisionero.

Sin tus besos todo es nada…
quiero disolverme en ese instante
que exonera el corazón
sin censurar esa libertad
que nos hace volar.