No soy pionera de la contaminación
me impulsa la inercia de lo impersonal
voy rodando con mis errores
hacia un grito de despertares.
Siento todo lo que siento
porque aliento el desenfreno.
Ilusiono la razón redundante
que acorrala los lamentos.
Aparco la inapelable erosión
de pensamientos,
la beligerante razón
sacude la desigualdad
y todo puede estallar.
Atiborrados deseos
luchan como guerreros
ocupar el espacio indulgente
de los amaneceres perdidos.
Voy hacia donde voy
porque mi cuna del encuentro
se despereza en la fuerza
de la misma naturaleza.
Alejandra Dimitriadis
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